Denise Garner
W.Leigh
En la antigua China imperial, reinaba un emperador que andaba desesperado porque su única hija, llamada Turandot, era fría, caprichosa, despiadada… y no quería casarse.
El emperador, cansado de esta situación, le dio un ultimátum:
- "O te casas o te echo del palacio sin contemplaciones".
La princesa aceptó, poniendo una sola condición: los pretendientes se someterían a unas preguntas, si no las superaban, ella misma les cortaría la cabeza. Al cabo de los días, las cabezas de los pretendientes se amontonaban en el palacio y la princesa ardía de satisfacción.
Hasta cierto día, que se presentó un apuesto guerrero para afrontar dicho reto.
- "O te casas o te echo del palacio sin contemplaciones".
La princesa aceptó, poniendo una sola condición: los pretendientes se someterían a unas preguntas, si no las superaban, ella misma les cortaría la cabeza. Al cabo de los días, las cabezas de los pretendientes se amontonaban en el palacio y la princesa ardía de satisfacción.
Hasta cierto día, que se presentó un apuesto guerrero para afrontar dicho reto.
La princesa le propuso un acertijo:
- "Lo mata todo, pero el agua lo destruye"
- "¡El fuego!", contestó el joven.
La princesa le propuso una segunda adivinanza:
- "Soy duro como una roca, pero la gente me bebe"
El joven le dijo:
- "¡El hielo!".
Y llegó el momento del último acertijo:
- "Es un hielo que te da fuego, y cuanto más fuego te da, más hielo se vuelve"
El joven pensaba sin encontrar respuesta, pero al contemplar a la fría princesa sintió tal ardor en su corazón que exclamó plenamente seguro…
- "Turandot"
Y la princesa no tuvo más remedio que caer rendida a sus brazos.
- "Lo mata todo, pero el agua lo destruye"
- "¡El fuego!", contestó el joven.
La princesa le propuso una segunda adivinanza:
- "Soy duro como una roca, pero la gente me bebe"
El joven le dijo:
- "¡El hielo!".
Y llegó el momento del último acertijo:
- "Es un hielo que te da fuego, y cuanto más fuego te da, más hielo se vuelve"
El joven pensaba sin encontrar respuesta, pero al contemplar a la fría princesa sintió tal ardor en su corazón que exclamó plenamente seguro…
- "Turandot"
Y la princesa no tuvo más remedio que caer rendida a sus brazos.
Moraleja:
'La mayoría de nuestros deseos los conseguimos con la sabiduría del corazón
'La mayoría de nuestros deseos los conseguimos con la sabiduría del corazón
y no con la necedad de la violencia'.
W.Leigh
Puccini escribió una gran ópera basada en esta historia, llamada 'Turandot', podemos deleitarnos escuchando esta ópera que entre ellas he destacar el fragmento "Nessum Dorma", que hace vibrar los cinco sentidos, máxime si es interpretado por Pavarotti,
y su traducción sería algo así:
"¡Que nadie duerma!
Tampoco tú, oh Princesa,
en tu fría estancia
miras las estrellas
que tiemblan de amor y de esperanza...
¡Pero mi misterio está encerrado en mí,
mi nombre nadie sabrá!
No, no sobre tu boca lo diré,
¡cuando la luz brille!
Y mi beso romperá el silencio
que te hará mía.
Su nombre nadie sabrá...
¡Y nosotros, ay, deberemos, morir, morir!
¡Disípate, oh noche!
¡Tramontad, estrellas!
¡Al alba venceré!
¡Venceré! ¡Venceré!"
...que lo disfrutéis.