viernes, 28 de agosto de 2009
miércoles, 26 de agosto de 2009
De vuelta...
“El tiempo es muy lento para los que esperan,
muy rápido para los que tienen miedo,
muy largo para los que se lamentan,
muy corto para los que festejan.
Pero, para los que aman, el tiempo es eterno."
muy rápido para los que tienen miedo,
muy largo para los que se lamentan,
muy corto para los que festejan.
Pero, para los que aman, el tiempo es eterno."
WILLIAN SHAKESPEARE
(1564-1616)
"... gracias, mil gracias, por todos vuestros buenos deseos, vuestros comentarios que me habéis dejado en este tiempo de descanso. Espero y deseo que hayáis encontrado momentos de paz y relax también, el tiempo pasa tan rápido, que apenas te das cuenta.
Poco a poco habrá que ir aterrizando, retomando el trabajo, las labores pendientes de acabar, las que están por empezar, nuevos proyectos, volviendo a la rutina. Para las que tomáis ahora el relevo, os deseo lo mejor, disfrutar a tope.
martes, 11 de agosto de 2009
viernes, 7 de agosto de 2009
Historia de caballos
Hola amig@s me asomo a esta ventana desde mi Jardín, para agradeceros todos los comentarios que me habéis dejado y vuestros buenos deseos, mil gracias!
Os dejo una bella historia sobre caballos, que he leído recientemente y que invita a reflexionar...
Así sigo yo, reflexionando, descansando, meditando, leyendo...
¡Hasta pronto!
H. Hardy
Historia de un domador de caballos
"...En las estepas húngaras, donde el horizonte es igual en las cuatro direcciones, y los vientos hululan durante la noche como si fueran demonios, había un famoso domador de caballos.
El domador era conocido por su rigor, pero también porque de vez en cuando soltaba alguno de ellos y lo dejaba en libertad.
Un aprendiz vio que algunos de estos caballos eran vigorosos y con cualidades, así que intrigado le preguntó al domador, el motivo de soltar tan bellos animales.
-Mira hijo, estos caballos son una raza que durante tiempo han sido criados y nacen en los corrales, pero sus ancestros eran salvajes, vivían libres en pequeños grupos, viajaban en toda dirección y no eran de ningún lugar. Cada uno de ellos es único, ninguno es igual.
Están los mansos, esos no son caballos hijo, llevan tanto tiempo domesticados que solo sirven para criar o arar los campos. Luego están los caballos que sin ser mansos son dóciles y muy inteligentes, son fáciles de guiar pues aprenden rápido, y con una simple orden obedecen. Una vez aprendido responden a los movimientos del jinete con soltura, y si alguna vez se desvían del camino solo con ver la sombra de la fusta será suficiente.
Hay caballos que se resisten a que les guíes, tardan más o menos tiempo pero aprenden a confiar y a obedecer al jinete. Tienen su carácter y puede que puntualmente requieran un toque de voz para situarlo en el camino, pero eso no daña al caballo.
Hay caballos que son rebeldes, y aunque les castigues no obedecen. Nunca aceptan que otro les guié, o monte sobre ellos, son salvajes. Domar a estos caballos supone una lucha en la que fácilmente puede acabar con la montura o el jinete herido. Tal tarea es un despilfarro de energía, y aun cuando domesticaras a dicho caballo quedaría marcado, ya no sería un caballo. Por eso a veces libero alguno de estos caballos, y los dejo recorrer las estepas en libertad.-
¿Por qué es así? -Hijo, la vida es un misterio, esta cabeza no lo sabe todo.
-Mira hijo, estos caballos son una raza que durante tiempo han sido criados y nacen en los corrales, pero sus ancestros eran salvajes, vivían libres en pequeños grupos, viajaban en toda dirección y no eran de ningún lugar. Cada uno de ellos es único, ninguno es igual.
Están los mansos, esos no son caballos hijo, llevan tanto tiempo domesticados que solo sirven para criar o arar los campos. Luego están los caballos que sin ser mansos son dóciles y muy inteligentes, son fáciles de guiar pues aprenden rápido, y con una simple orden obedecen. Una vez aprendido responden a los movimientos del jinete con soltura, y si alguna vez se desvían del camino solo con ver la sombra de la fusta será suficiente.
Hay caballos que se resisten a que les guíes, tardan más o menos tiempo pero aprenden a confiar y a obedecer al jinete. Tienen su carácter y puede que puntualmente requieran un toque de voz para situarlo en el camino, pero eso no daña al caballo.
Hay caballos que son rebeldes, y aunque les castigues no obedecen. Nunca aceptan que otro les guié, o monte sobre ellos, son salvajes. Domar a estos caballos supone una lucha en la que fácilmente puede acabar con la montura o el jinete herido. Tal tarea es un despilfarro de energía, y aun cuando domesticaras a dicho caballo quedaría marcado, ya no sería un caballo. Por eso a veces libero alguno de estos caballos, y los dejo recorrer las estepas en libertad.-
¿Por qué es así? -Hijo, la vida es un misterio, esta cabeza no lo sabe todo.
A veces en sueños uno de ellos viene a visitarme, y viajamos lejos a un mundo donde ya nadie enseña a nadie y cada cual hace su parte.- ..."
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